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LOS 7 PECADOS CAPITALES DEL DEPORTISTA ANTE EL PATROCINIO
La gran mayoría de los deportistas de modalidades emergentes no ofrecen la actitud necesaria para enfrentarse al cada vez más sofisticado y profesionalizado universo del patrocinio. Por supuesto, los hay también que entienden y desempeñan esta faceta de su vida deportiva con el máximo rigor. Así que, si no te sientes identificado con ninguno de los “pecados” que te detallamos a continuación, no nos queda más que felicitarte, porque estamos seguros de que vas a obtener muy buenos resultados económicos de tu trabajo. 1.- Considerar que el patrocinio privado es innecesario Las becas, ayudas públicas y subvenciones de cualquier tipo son, por definición, insuficientes. Al basarse en criterios selectivos, ni alcanzarán nunca a todos, ni a los que lleguen lo harán en la cuantía idónea. En el mejor de los casos, estas ayudas permitirán al deportista competir en el panorama internacional de forma digna, pero difícilmente alcanzarán para contemplar el deporte como una actividad profesional exclusiva. Para el deportista que pretenda vivir (dignamente) de su actividad y ahorrar pensando en un retiro sin emergencias, la figura del patrocinador privado resulta indispensable. 2.- Sobrevalorar sus logros, creyendo que el patrocinio es un derecho No, una medalla internacional no viene necesariamente acompañada de un gran patrocinio. Por supuesto, el éxito deportivo es uno de los elementos necesarios para optar a un contrato con una marca, pero no es, ni mucho menos, suficiente. Conseguir un patrocinio requiere un trabajo específico muy completo: una buena marca personal, una oferta atractiva, una adecuada selección de los patrocinadores potenciales y, por supuesto, salir a vender el producto. No es una cuestión de suerte. 3.- Argumentar que no hay dinero para patrocinios “La economía está muy mal, nadie quiere invertir en patrocinio…” Es fácil escuchar esta explicación, repetida una y otra vez, entre deportistas de modalidades emergentes. Sin embargo, no tiene nada que ver con la realidad. La inversión en patrocinio crece sin parar, e incluso en los peores momentos de crisis económica, ha mantenido niveles muy notables. Lo que sí ha ocurrido es que la gestión del patrocinio se ha sofisticado, las exigencias son mayores y ya no basta con reservar un espacio en una camiseta. Hay más dinero disponible que nunca, pero para acceder a él es necesario ofrecer un producto comercial muy bien diseñado. 4.- No incorporar el trabajo comercial a su profesión de deportista Algunos afortunados que se lo pueden permitir, [...]