“No hay que agobiarles; hay que dejarles que se lo pasen bien”, ha afirmado hoy desde Barcelona, durante un Facebook Live que se ha desarrollado en las instalaciones de Daedo, uno de sus patrocinadores deportivos.
“Los éxitos, si tienen que llegar, llegarán, pero sobre todo que los niños salgan a competir sin presión y con el objetivo de disfrutar”, ha insistido el número 1 del karate mundial, quien comenzó a practicar esta disciplina deportiva cuando apenas tenía seis años.
Además, ha querido transmitir que, tanto en el deporte como en la vida, “la humildad y el respeto son fundamentales”. “Estos dos valores –ha añadido-, propios del karate como arte marcial, son dos principios que debemos integrar en nuestro día a día”.
Kingtero, que con tan sólo 8 años consiguió su primera medalla de bronce en un trofeo de Navidad, ha destacado la importancia del karate para fomentar la disciplina entre los más pequeños. “En mi caso, yo era un niño muy hiperactivo, y el karate me ayudó a canalizar esa energía y a aprender la importancia del autocontrol”, ha explicado.
El karateca más laureado de la historia del karate español en la modalidad de katas logró su primer metal europeo en el año 2002 y, desde entonces, no ha parado de ganar. Ahora, su objetivo son los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Por lograr “ese sueño” ha renunciado a muchas cosas, entre ellas a su trabajo como ingeniero aeronáutico. “En 2015 pedí una excedencia para centrarme en mi trayectoria profesional como karateca; estoy dispuesto a luchar para llegar a los Juegos Olímpicos, porque es mi gran sueño”, ha concluido.